La aspiradora asesina

Pepito Grillo lleva días dándome la tabarra.
-Tanto quejarte de que no tenías tiempo y ahora qué? Qué excusa vas a poner?
Lo sé, en un momentito me pongo, acabo esto y me pongo, un pitillo y me pongo,...
El puñetero Grillo se refiere a la tortura más grande a la que me pueden someter.
Quitar el polvo, limpiar los baños, fregar suelos, cristales, cocina, ...
Y a esa diabólica criatura que me mira desde un rincón.
LA ASPIRADORA ASESINA!
Que no!, que no!!, no soy una exagerada!!!
Lleva años intentando acabar conmigo (si hasta la oigo reir!)...
 he conseguido sobrevivir hasta ahora por las pocas oportunidades que le doy. 
Que quiero aspirar el salón? Pues ella se dirige con paso firme al dormitorio, arrastrándome a su paso, envolviéndome con sus tentáculos.


Algo tuvo que fallar en mi complejo ADN, porque no poseo ninguna cualidad de esas, que parecen tener, todas las mujeres con las que me topo en el super.
Van ellas, tan decididas, con sus cestas y carritos (a mi siempre me tocan los que se frenan sin causa aparente en el pasillo de las patatas fritas),
 se plantan en la sección de droguería, y casi sin mirar, depositan en el fondo del carro, variedad de botecitos, sprays, y detergentes, varios....
Vamos! Como si se conocieran de toda la vida!
Y ahí voy yo,... me paseo mirando las estanterías, intentando adivinar que producto servirá para esas manchitas de color chocolate (por no decir otra cosa...) que han aparecido espontáneamente alrededor de mi bañera.
Total! Que al final ,vuelvo a mi pasillo (le tengo un cariño!) a por las cortezas de cerdo que me comeré esta noche, mientras pienso como quitar esas ridículas manchas, que ya no me parecen tan graves como esta mañana.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TWERKING

El talento anónimo

Tupper Sex