Comunicación.
Hace ya, más de tres meses que fui despedida.
Monólogo empresarial:
-Tenemos que recortar gastos y hemos tomado la decisión teniendo en cuenta la antiguedad. Fuiste la última en incorporarte. Nos disgusta esta situación, pero las cosas están cómo están.
Lo asumí con educación (gracias papás), y grandes dosis de dignidad (gracias lágrimas, que supisteis conteneros hasta que salí de allí).
Muchos opinaron que era una mala decisión. Según cálculos, a la vista de todos, yo era, sin ninguna duda, la más productiva del departamento. Había formado a mis compañeras en el arte de sacar provecho del Illustrator, con paciencia y dedicación, repetía hasta la saciedad como se utiliza el calco interactivo, el buscatrazos, cómo crear un rapport de un estampado, máscaras de recorte, pinceles,...
Pero la tijera llegó y me pilló la última de la fila.
Seguro que muchos habéis vivido algo parecido... o peor.
Pero mi historia no acaba aquí, sería demasiado fácil.
Sigo ocupando muchas horas del día en la búsqueda de empleo y me conozco al dedillo todas las webs que publican ofertas.
Y hoy, de la manera más humillante, me encuentro con una oferta de la misma empresa que prescindió de mí.
¿Por qué?
Porque se precipitaron, porque por menos sueldo tendrán una larga cola esperando en la puerta, porque la compañera que estaba de baja ha decidido no volver, porque olvidaron que hablando se puede llegar a pactar, porque en vez de ver a la persona vieron un despido barato, que ponía el parche a una situación que siguen sin reparar.
Estoy cansada de ver como la falta de COMUNICACIÓN hunde empresas y a empleados.
Hace poco me contaron el ejemplo de una empresa. El dueño los reune a todos y les explica que ha llegado al límite. Decidiendo que ha llegado la hora de empezar a despedir, les alienta a unirse y poner sobre su mesa propuestas alternativas. El informe que le llegó, le convenció en su buen tino a la hora de contratar a los mejores. Los empleados, por unanimidad, decidieron recortar su jornada laboral y sueldo, manteniendo así todos, su puesto de trabajo. La responsabilidad como profesionales y la gratitud por la valentía del empresario, les lleva a todos a trabajar la jornada completa, intentando levantar LA EMPRESA QUE CONFIÓ EN ELLOS.
Les deseo lo mejor, que a estas alturas, será sobrevivir.
Yo espero que pasado el tiempo, vuelva la vista hacia atrás, y les dé secretamente las gracias, por la gran dosis de valentía que me veo obligada a mostrar, para abrirme paso en esta enredadera de nuevos caminos.
Monólogo empresarial:
-Tenemos que recortar gastos y hemos tomado la decisión teniendo en cuenta la antiguedad. Fuiste la última en incorporarte. Nos disgusta esta situación, pero las cosas están cómo están.
Lo asumí con educación (gracias papás), y grandes dosis de dignidad (gracias lágrimas, que supisteis conteneros hasta que salí de allí).
Muchos opinaron que era una mala decisión. Según cálculos, a la vista de todos, yo era, sin ninguna duda, la más productiva del departamento. Había formado a mis compañeras en el arte de sacar provecho del Illustrator, con paciencia y dedicación, repetía hasta la saciedad como se utiliza el calco interactivo, el buscatrazos, cómo crear un rapport de un estampado, máscaras de recorte, pinceles,...
Pero la tijera llegó y me pilló la última de la fila.
Seguro que muchos habéis vivido algo parecido... o peor.
Pero mi historia no acaba aquí, sería demasiado fácil.
Sigo ocupando muchas horas del día en la búsqueda de empleo y me conozco al dedillo todas las webs que publican ofertas.
Y hoy, de la manera más humillante, me encuentro con una oferta de la misma empresa que prescindió de mí.
¿Por qué?
Porque se precipitaron, porque por menos sueldo tendrán una larga cola esperando en la puerta, porque la compañera que estaba de baja ha decidido no volver, porque olvidaron que hablando se puede llegar a pactar, porque en vez de ver a la persona vieron un despido barato, que ponía el parche a una situación que siguen sin reparar.
Estoy cansada de ver como la falta de COMUNICACIÓN hunde empresas y a empleados.
Hace poco me contaron el ejemplo de una empresa. El dueño los reune a todos y les explica que ha llegado al límite. Decidiendo que ha llegado la hora de empezar a despedir, les alienta a unirse y poner sobre su mesa propuestas alternativas. El informe que le llegó, le convenció en su buen tino a la hora de contratar a los mejores. Los empleados, por unanimidad, decidieron recortar su jornada laboral y sueldo, manteniendo así todos, su puesto de trabajo. La responsabilidad como profesionales y la gratitud por la valentía del empresario, les lleva a todos a trabajar la jornada completa, intentando levantar LA EMPRESA QUE CONFIÓ EN ELLOS.
Les deseo lo mejor, que a estas alturas, será sobrevivir.
Yo espero que pasado el tiempo, vuelva la vista hacia atrás, y les dé secretamente las gracias, por la gran dosis de valentía que me veo obligada a mostrar, para abrirme paso en esta enredadera de nuevos caminos.
Estimada Nuri:
ResponderEliminarEl efecto negativo que causa en el profesional el despido de la organización es difícil de asumir en un primer periodo, pero al tomar distancia vamos encontrando mejores alternativas y podemos visualizar los errores cometidos por esa empresa. Es vital la COMUNICACIÓN para lograr un clima claro de trabajo y muchas empresas no lo logran jamas.
En cuanto a su profesionalidad, es una lastima la falta de valoración que la empresa tuvo para con usted y seguramente en un balance futuro se arrepientan. Pro por experiencia propia, le recomiendo dar vuelta la hoja y hacer que su paso por "esta enredadera de nuevos caminos" sea para alcanzar sus objetivos rápidamente.
Una gran máxima de Confucio
"Cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies de objetivo; busca un nuevo camino para llegar a él."
Mucha suerte!!!
Saludos.
Gabriel.
Gracias Gabriel. He tomado nuevos caminos que no sé a dónde me harán llegar, pero lo que mis pies tienen claro es que no van a dejar de caminar.
EliminarUn abrazo!
Nuri: estaba escrito que acabaría pasando. A fin de cuentas te han dado algo impagable: el reconocimiento de que se equivocaron, de que no eras tú quien fallaba.
ResponderEliminarAhora lo que sospechabas y decíamos los demás lo sabes también tú: chica, tú vales mucho.
Decidas lo que decidas, estoy seguro que será una sabia decisión.
Un bico.
Luis, tus palabras son siempre alentadoras y agradecidas.
EliminarGracias por estar siempre ahí.
Un besazo!