El efecto Pigmalión.
Hace unos días llegó a mí, un estudio sobre el efecto Pigmalión.
En psicología se le llama al ejercicio de "profecía autorrealizada", o en lenguaje entendible para el resto de los mortales, es la capacidad de mejorar el rendimiento de una persona o grupo, previa la buena opinión de éste.
Rosenthal, profesor de psicología, llevó a cabo varios experimentos para demostrar esto.
Escogió al azar 12 ratones de laboratorio, dividiéndolos en dos grupos, para unas pruebas de laberintos. Convenció a los alumnos, encargados de cuidarlos, que la selección se había hecho rigurosamente, siendo el primer grupo muy superior al segundo. Del primero se esperaban grandes resultados, del segundo sólo cabía esperar mediocridad. El resultado fué el esperado.
Loa alumnos de los seis "inteligentes" ratones, se dedicaron a ellos con fervor, enseñándoles, animándoles... mientras los otros seis eran atendidos por estudiantes que no creían en ellos.
En California el experimento fué a más.
Esta vez, los ratones fueron sustituidos por niños de una escuela primaria.
Rosenthal, dió los nombres de un 20% del alumnado, haciendo creer a los profesores, que habían sido sometido a pruebas de capacidad intelectual dando unos resultados extraordinarios.
En unos meses, estos niños, entre los que se encontraban hijos de inmigrantes mejicanos pobres, con la costumbre de tener malas calificaciones, aumentaron significativamente su rendimiento y sus resultados académicos.
Imaginad cómo los profesores contribuyeron a tal éxito.
Desde que inauguré este pequeño espacio, me han ido creciendo Pigmaliones, que no dejan de alabar mis pequeñas creaciones y la verdad, es que mis humildes agradecimientos se quedan cortos. Entre todos contribuís a sentirme menos pequeñita.
Hoy quiero compartir con vosotros algunas de las creaciones que han resultado de todo ello:
Mis niños mimados, The Llunatics, podéis ver una pequeña muestra en: http://www.facebook.com/victoria.moral.14?ref=ts&fref=ts (una Pigmalión de las grandes).
El inicio de algo, que surgió fumando un pitillo una noche de otoño (esto va por ti, mi fiel y adorado friky):
En psicología se le llama al ejercicio de "profecía autorrealizada", o en lenguaje entendible para el resto de los mortales, es la capacidad de mejorar el rendimiento de una persona o grupo, previa la buena opinión de éste.
Rosenthal, profesor de psicología, llevó a cabo varios experimentos para demostrar esto.
Escogió al azar 12 ratones de laboratorio, dividiéndolos en dos grupos, para unas pruebas de laberintos. Convenció a los alumnos, encargados de cuidarlos, que la selección se había hecho rigurosamente, siendo el primer grupo muy superior al segundo. Del primero se esperaban grandes resultados, del segundo sólo cabía esperar mediocridad. El resultado fué el esperado.
Loa alumnos de los seis "inteligentes" ratones, se dedicaron a ellos con fervor, enseñándoles, animándoles... mientras los otros seis eran atendidos por estudiantes que no creían en ellos.
En California el experimento fué a más.
Esta vez, los ratones fueron sustituidos por niños de una escuela primaria.
Rosenthal, dió los nombres de un 20% del alumnado, haciendo creer a los profesores, que habían sido sometido a pruebas de capacidad intelectual dando unos resultados extraordinarios.
En unos meses, estos niños, entre los que se encontraban hijos de inmigrantes mejicanos pobres, con la costumbre de tener malas calificaciones, aumentaron significativamente su rendimiento y sus resultados académicos.
Imaginad cómo los profesores contribuyeron a tal éxito.
Desde que inauguré este pequeño espacio, me han ido creciendo Pigmaliones, que no dejan de alabar mis pequeñas creaciones y la verdad, es que mis humildes agradecimientos se quedan cortos. Entre todos contribuís a sentirme menos pequeñita.
Hoy quiero compartir con vosotros algunas de las creaciones que han resultado de todo ello:
Mis niños mimados, The Llunatics, podéis ver una pequeña muestra en: http://www.facebook.com/victoria.moral.14?ref=ts&fref=ts (una Pigmalión de las grandes).
El inicio de algo, que surgió fumando un pitillo una noche de otoño (esto va por ti, mi fiel y adorado friky):
Y aún hay más...
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