El mecenas

Vale, ni príncipes azules, ni Christian Greys, ni mí adorado Johnny Deep. 

A estas alturas de mi vida, ya tengo claro que no van a aparecer ni a caballo, ni con R8, ni con barco pirata, 

(a Jack ya lo subiría yo los cuatro pisos a cuestas...)

Tres hombres quiero, dos ya los tengo, y el tercero ni asoma el pelo.

Hugo ocupa el número uno en mi vida y ni Johnny podría desbancarle.

Él es el motor (sin gasolina, que está por las nubes!) que me arranca de los brazos de Morfeo cada mañana 

para traerme de vuelta al mundo terrenal (Aghhh)

El segundo me acompaña, silencioso, discreto, secreto para algunos, 

es la esperanza a eso de "haberlos, haylos", mi soduku aún no resuelto, mi sapo que no promete ser príncipe...

(Uy! que ñoño suena eso! será que me estoy ablandando? Ja! "Pá" eso estamos!)

Y me falta el tercero! Que a mí eso "de tres son multitud"... que no me lo creo! Y, total, que conmigo ya hacemos cuatro! 

Por si el refranero popular insiste.

Y ahora os presento al tercero, puesto vacante (por si alguien se anima)

EL MECENAS!! Ese señor que espera, sentadito en un aburrido despacho, aprobando proyectos de autores de renombre (garantía de ventas, que tal y como está el patio...), que parece haber olvidado, la sensación de hormiguitas en el estómago, acumulando papel para reciclar, enviando mails a la carpeta de Spam,...

Ey!! Aquí!! Abajo! (pobrecito, es que no está acostumbrado...)

Te he estado esperando! Has tardado mucho!!

AH! Que no sabes quién soy?

Soy pequeñita, pero te prometo, que puedo hacer algo GRANDE!!